El masaje es una forma de terapia que se emplea desde la antigüedad y nace del deseo natural de buscar un alivio mediante el tacto. Por ejemplo después de un golpe en la cabeza,la primera reacción que tenemos es tocar el lugar dolorido con la mano.
Existen muchos tipos de masajes. Algunos actúan mediante lapresión, como por ejemplo el shiatsu, la acupresión o el masaje chino. Otros se concentran en partes concretas del cuerpo, como es el caso del masaje deportivo en las lesiones musculares, o el drenaje linfático. Sin embargo, el masaje clásico terapéutico constituye la principal base de todos los demás masajes.
Éste tiene la finalidad de actuar sobre el aparato locomotor (músculos, tendones, cápsulas sinoviales, periostio, huesos) la piel y los tejidos conjuntivos y es particularmente eficaz a la hora de curar los síntomas del estrés, el insomnio, las depresiones y las enfermedades del aparato circulatorio, dolores musculares, de las articulaciones, del reuma entre otros.
Es importante señalar que el masaje terapéutico no sólo actúa sobre la parte física del ser humano, sino también tiene una gran influencia sobre la psíquica. Puede ser un medio para el autoconocimiento que nos demuestra que podemos sentimos mejor y estar más relajados y que el movimiento no tiene por qué causamos dolor.
Diferentes tipos de masaje
Mediante este masaje de técnicas suaves y superficiales se estimula el sistema linfático relacionado con el mejor funcionamiento del sistema inmunológico, a su vez participa en la eliminación de líquidos y toxinas, requisito fundamental para combatir la celulitis.
La piel también mejora notablemente ya que mediante esta técnica las células se nutren y oxigenan gracias a la reactivación de la circulación.
Lo recomendamos especialmente para antes y después de cualquier cirugía estética, ejemplo, liposucción.
Los masajes de espalda no sabe darlos bien cualquiera, de hecho, hay que tener cuidado, ya que las lesiones de espalda pueden ser complejas y un masaje mal dado puede provocarnos más dolor que alivio.
No debemos olvidar que existen los masajes relajantes, más orientados a aliviar el estrés o las tensiones y los masajes realizados por expertos con fines terapéuticos para superar una lesión.
Un buen masaje es una de las cosas más relajantes que hay, pero, además, es un método efectivo para combatir el dolor de espalda.
Ante los dolores de espalda, hay varias cosas que podemos hacer: los estiramientos de espalda son fundamentales, no solo para aliviar las molestias, también son efectivos para prevenirlas y evitar cambios de posición bruscos y tirones musculares.
Los masajes de espalda son la segunda medida que podemos tomar: no solo nos harán sentir una relajación completa y aliviar tensiones, además ayudan a destensar los músculos, calmar el dolor y recuperar la movilidad que, en ocasiones, vemos reducida por culpa de las molestias.
Los masajes corporales son beneficiosos para tratar problemas tan diversos como pueden ser: acné, asma, ciática, stress, liberar toxinas, dolor lumbar, varices, tristeza, insomnio, celulitis, ansiedad, depresión, cansancio, melancolía, contracturas o dolores musculares dolor de cabeza, control de peso, parálisis parcial o total, problemas respiratorios, de articulaciones, etc. Además un masaje es muy placentero y sus efectos son acumulativos ya que el uso frecuente refuerza sus beneficios.
El masaje fortalece el sistema inmunológico siendo benéfico para diversos padecimientos físicos y mentales que debilitan el organismo.
Las personas que reciben masajes de forma regular mejoran su rendimiento, estas mas alerta, más motivados y menos estresados. Reducen la ansiedad, la tensión y la depresión, el masaje estimula los mecanismos naturales del cuerpo para acelerar la sanación. Se ha demostrado que el masaje tiene un efecto positivo en casi todos los sistemas: circulatorio, muscular, respiratorio, nervioso y hormonal.
Asimismo la fricción sobre la epidermis ayuda a liberar los desechos y a eliminar las células muertas es decir, tiene un efecto exfoliante.
Todo este conjunto de sensaciones en nuestro organismo, logrará que nos desconectemos por unos instantes de la rutina y stress diario, mejorando así la tensión física y psíquica, cansancio crónico, bloqueos musculares, dolores de cabeza, insomnio, etc.
Aunque a veces algo tan beneficioso como un masaje puede tener contraindicaciones, por eso cuando se presente alguna condición como las detalladas no debe hacerse masaje.
Estas son algunas de las contraindicaciones absolutas:
Trombosis, áreas inflamada, enfermedades contagiosas, hematomas, ulcera gástrica muy avanzada, venas varicosas avanzadas, hemorragias internas, fiebre, fracturas, osteoporosis grave.
Dentro de las contraindicaciones relativas se encuentra:
Embarazo durante los primeros tres meses de gestación (después se puede realizar masaje de lado), hipertensión (solo masaje relajante), al presentarse alguna reacción cutánea al masaje, cuando el receptor sufre de mucho dolor, etc. Como siempre si usted padece alguna condición especial, consulte a su médico antes de darse un masaje.
Este tipo de malestar, lo padecen frecuentemente las mujeres por el uso de calzados inadecuados, con tacones altos, malas posturas como cruzar las piernas o simplemente permanecer muchas horas de pié.
Todo esto favorece la aparición de várices, tobillos hinchados, celulitis, sensación de cansancio, hormigueo y pesadez en las piernas.
Para aliviar estas molestias y contribuir a mejorar la circulación y la eliminación de líquidos es muy acertado un masaje localizado, además de ciertos hábitos como beber muchos líquidos y alimentos que contengan líquidos (frutas y verduras), usar calzados cómodos, evitar las duchas excesivamente calientes, practicar deportes moderados o simplemente caminar diariamente 30 minutos.