Se trata de un masaje manual en el cual conseguimos a través de deferentes técnicas aliviar contracturas y normalizar el tono muscular.
Esfuerzos leves pero repetidos con gran frecuencia pueden superar la capacidad de adaptación del músculo y desencadenar una contractura. Aunque cualquier músculo es susceptible de sufrir una sobrecarga, los más afectados son los trapecios (cuello, hombros y parte superior de la espalda) los músculos del cuello, el tríceps sural (parte posterior del brazo) y los paravertebrales de la columna (desde la base del cráneo hasta la zona sacra).
Los masajes descontracturantes ayudan a liberar sustancias llamadas endorfinas, hormonas que actúan como los antidepresivos naturales del organismo y que generan en los seres humanos emociones positivas de bienestar y nos ayudan a combatir el dolor.
En estos masajes aunaremos varias técnicas para lograr el efecto deseado.
Los efectos que podemos lograr con un masaje descontracturante son:
· Ascender la temperatura de la piel y de los tejidos bajo ella, para así incrementar la afluencia de sangre en la zona que masajeamos y mejorar la nutrición de la piel y de los músculos.
· Dar una mayor capacidad de recuperación y rendimiento al músculo.
· Aumentar el tono, la elasticidad y promover una función de contracción sana del músculo para elimitar futuras lesiones.
· Mejorar la resistencia al trabajo y alejar la sensación de cansancio muscular.
· Acción analgésica reduciendo el dolor de los músculos contraídos.